Pintura

TOULOUSE-LAUTREC: «SOY FEO, PERO LA VIDA ES HERMOSA»

Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) sufrió un accidente que, unido a una enfermedad de los huesos, acabó por deformarlo. Su cabeza era más grande que su cuerpo, y midió alrededor del metro cincuenta durante su vida adulta. Alcohólico y visitante asiduo de lupanares, que inmortalizó en muchas de sus obras, Toulouse-Lautrec intentaba desviarse de la oscuridad que lo atormentaba, llevándole a disparar a las paredes de su casa con un revólver para intentar acabar con unas imaginarias arañas. Su obra representa el ambiente bohemio de París del siglo XIX, con Montmartre como alternativa de la burguesía parisina. Caixaforum Madrid presenta una colección de pinturas y dibujos del artista, y coetáneos, hasta el 19 de mayo de 2019.

P. Sescau, fotógrafo. 1894

Un aristócrata bohemio

Toulouse-Lautrec era hijo de aristócratas, vástago de una familia burguesa que le permitió disfrutar de una infancia dedicada en buena medida al deporte. Un percance cuando montaba a caballo no le permitió desarrollar su cuerpo de manera natural, y su debilidad ósea contribuyó a ello. Fue en ese momento cuando se vio abocado a desarrollarse como pintor, rechazando una vida cómoda, llena de lujos, para rodearse de los seres marginales y humildes que acabaría dibujando.

Su arte, nacido en el seno del impresionismo, acabó por desmarcarse de él, influenciado por las estampas japonesas ukiyo-e y la obra de Degas, si bien conservó los contornos de Gauguin; conoció a Van Gogh y mostró interés por representar la realidad de su ciudad, captando la psicología de sus personajes. Una de sus primeras obras, La caballeriza del circo Fernando (1888), ya muestra su peculiar estilo. En la imagen, una amazona está a punto de descender de la montura, en un momento captado por el artista reflejo de la influencia que comenzaba a tener la fotografía. El circo sería fuente de inspiración para el pintor, atraído por las inusuales vidas de los artistas que actuaban en ellos, siempre en la línea de la moralidad pertinente y la vida licenciosa.

La vida del barrio: cabarets y cafés

En 1884 monta su estudio en Montmartre. Toulouse-Lautrec se caracterizó por ser un hombre entregado a su trabajo, acudiendo a su taller puntualmente para desarrollar su arte, si bien esa entrega no le impidió disfrutar de la noche y sus distracciones, que le proporcionaría sus temas predilectos: los cafés de la época, que tenían un escenario para actores y terraza para el verano; y los cabarets, con sus característicos bailes de cancán de sensualidad desinhibida.

Una de las artistas de estos cafés con escenario representada por Toulouse-Lautrec fue Jane Avril. (Jane Avril en el jardín de Paris, 1893). A diferencia de otras bailarinas, de origen más humilde y cultura escasa, Avril destacaba por su educación y por codearse con los miembros de la vanguardia artística. Otro de los artistas dibujados por el artista fue Aristide Bruant, un cantante de duras letras. Lautrec lo presenta con su característicos sombrero y pañuelo rojo en una actuación del café Ambassadeurs (1892), con una sombra de gánster detrás que simboliza la violencia de sus canciones.

Aristide Bruant, cantante de cabaretJane Avril

Para uno de los cabarets más conocidos, el Moulin Rouge, Lautrec realizó varios carteles. Uno de ellos, realizado en 1891, presentaba el espectáculo de una bailarina apodada La Glotona. La imagen, de descarada sexualidad, dirige nuestra mirada a la ropa interior de la bailarina. De composición plana, se inspira en los mencionados grabados japoneses para su realización. También retrataría el Moulin Rouge en la pintura, como observamos en el cuadro Baile en el Moulin Rouge (1890), donde capta el momento de una danza en el famoso cabaret parisino, protagonizado de nuevo por La Glotona. Se vuelve a apreciar esa capacidad de recoger un instante, como una cámara fotográfica, con los gestos y los colores que le caracterizaban.

La Glotona en Moulin Rouge

Consumidor asiduo de absenta, fue ingresado en 1899 en una clínica para desintoxicarse de su adicción al alcohol. Dos años más tarde, fallecería de una apoplejía. Tenía treinta y seis años. Nadie como él supo captar la noche bohemia, escogiendo bailarinas, artistas y prostitutas como modelos, con los que se sentía más cercano a pesar de su origen burgués.

Bibliografía

La Voz (24 de noviembre de 2014): Henri de Toulouse Lautrec: El pintor de los burdeles y las tabernas de las calles de París. En: La Voz de Galicia. https://www.lavozdegalicia.es/noticia/informacion/2014/11/23/henri-toulouse-lautrec-pintor-burdeles-tabernas-calles-paris/00031416763990669987388.htm

Biografía y Vidas. Henri de Toulouse-Lautrec. En Biografía y Vidas, la enciclopedia biográfica en línea. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/toulouse_lautrec.htm

Vicent Galdón, F. Henri de Toulouse-Lautrec, cronista gráfico de la vida parisina. Crítica. Nº. 994, 2014 , pág. 116. ISSN 1131-6497

Exposición Toulouse-Lautrec y el espíritu de Montmartre. CaixaForum Madrid.

Fotografías: Hecheres Beltrán

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