Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) sufrió un accidente que, unido a una enfermedad de los huesos, acabó por deformarlo. Su cabeza era más grande que su cuerpo, y midió alrededor del metro cincuenta durante su vida adulta. Alcohólico y visitante asiduo de lupanares, que inmortalizó en muchas de sus obras, Toulouse-Lautrec intentaba desviarse de la oscuridad… Sigue leyendo TOULOUSE-LAUTREC: «SOY FEO, PERO LA VIDA ES HERMOSA»